Bastante simple, no hay algo nuevo e incluso pareciera un reto a lo irónico u obviedad.
No hay sarcasmo tras ninguna de esas palabras.
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Vine de regreso por las rieles, rondaba cada vez menos en mi cabeza el por qué no volteaba nunca a ver si lo observaba, y creo que la única respuesta está en que puede lo ignoré una primera vez.
Ciertamente llego tarde a las conclusiones como también a los cortes en taller de diseño, mi mente tarda algunos ramas en subir hasta la copa donde realmente toca el sol... Tarde.
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Otra vez, vine por la copa y no las ramas. Realmente ese no era el punto, si no, a lo que latía en mi mente después...
¿Por qué sujetaba tanto la realidad?
Le tenía tanto miedo a cerrar los ojos y ser atravesada por vidrios rotos de promesas, que había olvidado la quimera de rasgar el cielo a miradas y escuchar olas romperse desde las hojas boca arriba de una tarde acurrucada en algún parque.
Ambos, desde el mismo espacio. Soñar.
Todo lo que me acercaba al sol.
Ya era visto desde mi interior, sin ocupar una mano ceñida a la mía.
Romper el ideal, el exterior, y saber que aunque miro desde afuera, algunas veces puedo estar invitada a su habitación, disfrutar de su ventana y sonriendo recordar la mía. Claro, si me dejan entrar, si me ilumina los ojos, o tiento a la curiosidad.
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Puede y me quede a dormir. ¿Debería estar alerta pues resulta una psicópata y me saca los ojos? No, te relajas y te arriesgas entonces duermes... "Nunca como en casa", pero pasadas las manijas, ya podrías saber donde guarda el café y el cómo prepararlo en su cafetera.
Bien, no puedo pasar un mes durmiendo pues me van a tocar pesadillas, pero es necesario, y contrario a lo que se piensa por individualismo, no es una pérdida de tiempo. He tenido mejores ideas tras dormir un par de horas, sumada la adrenalina de la impuntualidad, que durmiendo lo regular planeando el tiempo de los planos.
La diferencia entre soñar y fijarse metas, es que uno de ellos sale de su conciencia y cercena la lógica de supervivencia común. Una meta, fija, es con pasión y en el reto encuentras la ternura de tu esfuerzo, a diferencia del sueño donde todo sucede intermitente mente, paralelo y muy en el subconsciente, logra endulzar tu mañana, si fue bueno, o un gesto de fastidio antes de colocar el pie, derecho, sobre el suelo.
Como suceda, tener metas, objetivos largo u cortos, son tan necesarios, como descartar el método, vivir y relajar la mente a que nos sorprenda retorciendo la realidad, o jugar con la memoria, pues vendrá siempre en mil fragmentos, irreparables, imposibles, desde lo más oscuro de la jaula o lo más brillante en la vitrina.
La fortuna en sensación que nos hace creer algo pre-destinados, se consigue sólo si te has dejado adormilar un momento por el sol, pues queda grabado como algo mistico o misterioso, en ausencia de un todo racional, incomprensible y sublime. Sorpresas, de un pasado hecho nuevo sueño.
Es lo especial de soñar, estar en todas partes, sorprenderte a cada segundo, su eternidad...
¿Soy la única que piensa en una ciudad enorme cuando sueña?, cada vez el mapa se hace más claro, pero espero nunca componerlo completo.
