domingo, febrero 04, 2018

Onirio e Insomnia

Cuenta, sé logico y olvida el estrujo de pecho que te hizo sentir en casa.
Cuenta líneas
Recorta bordes
Abre libros
Cierra páginas

En algún momento ella tocaría su puerta y caería en dos copas a sus brazos.
Aunque esta vez no quería vino ni café.
Insomnia no pudo dejar de contar, recortar, abrir o cerrar.
Números siempre le faltaron.
Sin embargo, toco su cabizbajo un torso azul, un tronco vidrioso.
Y entre ambos, verde.

Pregunta qué tan alto su rostro puede estar.
¿No se siente indefenso?
Varado en un infierno de colores, que por razones temporales, estaba dormido.

Razgó, una grieta celesta del tronco
Pero no sucumbió.
"Es probable la gente lo confunda con un tronco"

Curiosa, y matando el tiempo, tal vez caía dormida
en algún metro sobre el suelo, sobre él.

Busca su rostro, bajo las sábanas, subiendo desde sus pies.
Su cuerpo tibio y amarillo, no ha perdido energía.
Pero le invade algo más que un cosquilleo.

Muerta la curiosidad, no siente llegar ni a la mitad,
el cansancio tal vez va ganando un poco.
Aunque quedarse a dos mil metros de la Tierra, le asegura caída en muerte.
No está buscando ese descanso. Aún.

Antes de invadirle la culpa
pues la ilógia e instintiva decisión
la atrapó en un tronco torcido infinito al cielo.
Un torpe dedo, la invita a subir
y montarse en un rayo a la cima.

Un rostro adormilado
bajo mil destellos de sol
la ha esperado.

Todas los días, luego de juegos ser uno.
Ella sube bajo las sábanas, esperando poder encontrarlo despierto en sus sueños.

Ambos miran el sol
Y aunque Insomnia puede quemarse los ojos hasta el ocaso.
Onirio prefiere extrañarla hasta el amanecer.



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Borrador, prefiero dibujarlo (con suerte animarlo)
Y Mañana no es tan tarde, si ya lo pensé hoy.